La pieza permanecía en la ciudad de Tucson, ahora será devuelta junto con otra pieza histórica para el estado de Sonora

El próximo 26 de agosto volverá al Templo de la Purísima Concepción de Caborca la pila bautismal del siglo XVIII que permaneció durante varios años en Tucson, ya que será devuelta por la Sociedad Histórica de Arizona, informó el director del Centro INAH Sonora.

José Luis Perea González, titular del Instituto Nacional de Antropología e Historia de Sonora, mencionó que el siguiente jueves llegará a México esta pila bautismal que desde mediados del siglo XX ha permanecido en Estados Unidos por motivos desconocidos, sin embargo, se espera que por medio del convenio de colaboración entre la asociación norteamericana y el instituto mexicano vuelva a donde le pertenece.

“Para ese día tenemos programado el retorno de una pila bautismal del siglo XVIII y de un aspersor de agua bendita al Templo de la Purísima Concepción de Caborca, por lo que tenemos programadas serán exhibidos al público con los protocolos de seguridad y salud contra el Covid-19”, agregó el funcionario.

Para este propósito, comentó, la Secretaría de Cultura, a través del INAH, así como la Sociedad Histórica de Arizona, firmaron un convenio de colaboración para el préstamo de estos objetos culturales cuya importancia histórica promoverán el reconocimiento de la identidad regional en la frontera entre Estados Unidos y México.

Mientras tanto, se prevé que estas acciones estarán ligadas a la eventual exposición que se llevará a cabo en el Museo Nacional de Antropología, ubicado en la Ciudad de México, por lo que su llegada será recibida por autoridades del INAH, miembros de la diócesis y de la Sociedad Histórica de Arizona.

Perea González detalló que se trata de una pieza que data del siglo XVIII, hecha de cobre, ovalada, con diseño multiforme, grabada y pintada a mano en color rojo y blanco, con pétalos verdes y naranjas, además contiene una tapa y un cerrojo de hierro remachado en forma de lágrima.

“Se estima que su uso principal se dio durante el siglo XIX como receptáculo de agua bendita en la antigua Misión de Caborca. Además, como complemento de la pila se entregará un aspersor de agua bendita, fabricado a mano en cobre en el siglo XIX, con un asa para facilitar su uso dentro de las actividades que realizaban los clérigos”, puntualizó.

Foto: Gustavo Moreno | El Sol de Hermosillo

FUENTE: El Sol de Hermosillo

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