La razón: ella es fiel amante y protectora de las mascotas caninas, ya que incluso ha adoptado a 9 de ellas que deambulaban en situación de calle, y enfermos
CABORCA, Sonora.- Aunque inusual, el cumpleaños de la caborquense Fernanda Rivera se vio resplandecido por un noble gesto de empatía hacia decenas de caninos del Albergue Caborca a quienes hará felices por unos cuantos días, mientras les duren las croquetas que recibió de regalo, a expresa petición de ella, para cada uno de sus invitados.
A pesar de estar residiendo, actualmente, en Tecate, Baja California, con su esposo, vino a celebrar sus cumpleaños a Caborca con familiares y amigos cercanos con la única condición que su regalo se tradujera en croquetas.
La razón: ella es fiel amante y protectora de las mascotas caninas, ya que incluso ha adoptado a 9 de ellas que deambulaban en situación de calle, y enfermos. Primeramente, los curó y luego los adoptó.
Siempre me ha gustado apoyar a los perros y ahora que vine para Caborca, no quise regresarme a Tecate con la congoja de que no tenían alimento. Cada vez que vengo apoyo al albergue con lo que puedo o les mando algo para que coman los animalitos. Pobrecitos ellos solamente quieren ser felices y son muy fieles y agradecidos”, externó.
Sobre cómo le nació la idea del “regalo-croqueta”, dijo que al ver en la página del refugio que cada vez es más difícil sostenerse (son alrededor de 200 perros) por la fundadora del albergue, Maritza García, decidió aportar su granito de arena.
“Gracias a Dios nos fue bien con pocos invitados, aunque a mis familiares y amigos les extrañó que en la tarjetita dijera solo croquetas de regalo, y que eran para donar. Los que conocen mi amor por los perros no dudaron en llegar con costales chicos y otros grandes en las cajuelas de los carros.
“Otros más depositaron a mi cuenta para que comprara la marca que yo quisiera que también se las voy a hacer llegar al albergue… a lo mejor pensaban que era broma”, dijo divertidamente.
Al respecto, la fundadora de Albergue Caborca, agradeció enormemente a Fernanda Rivera, “ella es una mamá perruna adoptante que tiene varios lomitos a su resguardo. Ojalá más gente se motivará a realizar este tipo de acción que sin lugar a duda hace ver que el corazón es el órgano más grande del ser humano.
Ella no quería que se le reconociera, la convencimos porque este acto es digno de presumir y de admirar. Muy feliz cumpleaños Fer en nombre de todos los lomitos del que gracias a ti comerán”, escribió en su muro de Facebook.