Ana Dolores Quijada, sicoterapeuta y docente del Cobach, aseguró que han aumentado los problemas emocionales y mentales en los estudiantes.

HERMOSILLO, Sonora.- El confinamiento, el estrés de las clases virtuales, el sedentarismo, el miedo a enfermarse y las alteraciones del sueño, entre otros factores, han detonado los casos de depresión en la población adolescente, advirtió la sicóloga Ana Dolores Quijada Chacón.

Muchos de estos problemas ya tenían un antecedente y sólo se hicieron visibles durante la pandemia, puntualizó, debido a que en los últimos siete meses los jóvenes tuvieron que enfrentar nuevos desafíos y situaciones a las que no estaban acostumbrados.

“A un adolescente le gusta salir, socializar; en cambio ahora hay sedentarismo, están en hacinamiento, hay tensiones familiares, falta de apoyo en algunos, ansiedad, violencia, desmotivación, frustración, pérdidas, y también tenemos a muchos adolescentes en pantalla con los videojuegos”, expresó.

Las clases en línea han representado nuevos retos para los adolescentes | Banco digital

Quijada Chacón, sicoterapeuta y docente en el Colegio de Bachilleres de Sonora (Cobach), señaló que, si bien no tienen una estadística precisa de cómo han aumentado los problemas emocionales y mentales, se puede considerar que la mayoría de los muchachos están afectados de alguna manera.

No lo tenemos medido, pero sí puedo asegurar que generalmente la mayoría, como están ahorita los adolescentes, sí están afectados”, dijo.

El estrés es una reacción sicológica que actúa como mecanismo de defensa y que el organismo está programado para soportar, explicó, sin embargo, el problema viene cuando se experimenta esa sensación por un tiempo prolongado.Más sobre este tema

Y en el caso de los adolescentes, citó, se trata de un grupo especialmente vulnerable porque están en una etapa de desarrollo que ya implica alteraciones emocionales y biológicas.

“Ellos de por sí tienen otro reloj biológico, se desvelan, pero en el día están somnolientos queriéndose dormir. Pero hoy veo a adolescentes en la pandemia que ni de día ni de noche, porque pasan muchas horas en la pantalla”, refirió.

El exceso de tiempo en pantallas por las clases, el ocio y los videojuegos altera los ciclos de sueño | Banco digital

Además están viviendo en tiempos distintos, expuso: En el futuro, porque se preguntan cuándo terminará la pandemia recuperarán su vida normal, y en el pasado, cuando se lamentan por el tiempo que no aprovecharon.

“Y hay mucho presente ansioso, pero no se enfocan ni en su alimentación, ni en su sueño, ni en mantener el organismo tranquilo”, agregó.

LA ATENCIÓN ES CLAVE

Ana Dolores Quijada destacó que entre un 10 y 20% de la población de entre 7 y 14 años de edad llega a experimentar algún problema relacionado con la salud mental, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud.

Pero, añadió, muchos no reciben diagnóstico o tratamiento y con el tiempo la situación puede agravarse en la etapa adulta. Lo mismo puede ocurrir con los casos que se han detectado en la pandemia.https://dd2eff7b5015e556b735c3e5944a4273.safeframe.googlesyndication.com/safeframe/1-0-37/html/container.html?n=0

Sí pueden desarrollar problemas o diferentes trastornos en la salud mental, definitivamente, sobre todo los que se relacionan con depresión”, alertó.

En los casos más extremos se puede llegar a la ideación suicida, sobre todo cuando ya hay episodios depresivos agudos, pero también puede derivar en otros problemas como las adicciones a las drogas.Más sobre este tema

La buena noticia, resaltó Quijada Chacón, es que el cerebro es plástico, y así como tiene la capacidad de procesar casi tres mil pensamientos por hora, puede cambiar la manera de percibir las emociones y canalizar el estrés de forma productiva.

Aseguró: “El sistema nervioso se afecta por la forma de pensar errónea, por el ambiente tóxico que tenemos en la sociedad o en las familias, y desde ahí necesitamos un arduo trabajo tanto en la familia, como en las instituciones y en este caso la escuela”.

POSIBLES FACTORES DE ESTRÉS EN ADOLESCENTES:

  • Miedo a enfermarse de Covid-19.
  • Incertidumbre.
  • Situación sentimental de los padres.
  • Presión entre compañeros.
  • Exámenes y calificaciones.
  • Pérdidas cercanas.
  • Fuente: Sicóloga Ana Dolores Quijada Chacón.

FUENTE: EL IMPARCIAL

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