Sonora enfrenta una de las crisis hídricas más graves de los últimos años, con un alarmante incremento en el número de municipios clasificados con sequía excepcional, es decir, apenas cubriendo necesidades básicas como el consumo humano y agrícola.

Según el Monitor de Sequía de México, publicado el pasado 4 de mayo por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el 53.9% del territorio sonorense sufre una sequía extrema, atribuida a la prolongada ausencia de precipitaciones. Aún más preocupante, un 43.9% del estado está catalogado en sequía excepcional, la categoría más severa y el porcentaje más alto a nivel nacional. Le siguen Chihuahua con un 36.2% y Sinaloa con 32.4%.

Sonora también lidera en el número de municipios afectados, con 18 en sequía severa y 54 en excepcional. Esto representa casi una cuarta parte y cerca de la mitad del total nacional en esas respectivas categorías.

Se trata del nivel más alto de afectación causado por la falta de lluvias en años recientes dentro del estado, situación que ha puesto en alerta a autoridades y sectores productivos.

En contraste, entidades como la Ciudad de México, Quintana Roo y Tlaxcala reportan 0% de afectación por sequía, al contar con disponibilidad suficiente de agua y niveles normales de precipitación.

Entre los factores que explican esta situación, la Conagua y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) destacan la presencia de un sistema anticiclónico en niveles medios de la atmósfera y un bajo contenido de vapor de agua, lo que ha provocado escasa nubosidad, altas temperaturas y ausencia de lluvias en gran parte del país.

Frente a este panorama, agricultores, ganaderos y comunidades rurales de Sonora se mantienen en alerta, esperando que los pronósticos meteorológicos anuncien un cambio en las condiciones climáticas. De no mejorar, deberán enfrentar nuevamente una temporada marcada por la falta de agua, como ha ocurrido en años anteriores.

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