Un año de incertidumbre vislumbran pequeños ganaderos para el 2022 debido a los problemas que causó la sequía como la disminución de los hatos, manifestó Leonel Cázares Escalante.

Urgen programas para la recuperación de los hatos ganaderos; hay un 50% o más hatos afectados”, abundó el presidente de la Asociación Ganadera Local del Mayo.

Aunque las lluvias de verano de este año permitieron la recuperación de agostaderos donde se alimentan y beben de manera natural los animales, se tiene incertidumbre de si el próximo año las condiciones áridas continuarán.

“Si hay buen alimento y agua, pero calculamos que dure hasta el mes de abril del próximo año, ya de ahí esperamos que tengamos buenas lluvias de verano”, apuntó.

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La reducción de los hatos ganaderos podría desencadenar un aumento en los precios de la leche y la carne, advirtió, que impactaría de manera directa en la economía del consumidor.

“Vamos mal con la repoblación de los hatos ganaderos, quedaron muy disminuidos”, reiteró, “urgen programas de repoblamiento si no quién sabe cómo nos va a ir”.

El precio por kilogramo anda en unos 60 pesos, apuntó, pero con la reapertura de la frontera algunos productores prefieren ir a comercializarlo a la línea fronteriza donde obtienen mejor precio.

Llevándolos a la frontera se incrementa un poco más el precio o bien se comercializan en las subastas”, mencionó.

Fuente: El Imparcial

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