Desde hace 30 años en Álamos, Sonora se reúnen economistas de prestigiadas universidades del mundo, académicos y hacedores de políticas públicas para discutir problemas de coyuntura y aportar soluciones.
Reunidos por Arnold Harberger (“Alito” para sus allegados) en la casa de Clay LaForce en Álamos, en 1994 un grupo de distinguidos economistas se convocaron para analizar, entre otros temas, los impactos y repercusiones del Tratado de Libre Comercio entre México, Estados Unidos y Canadá.
“La idea era reunirse y que fuera no secreto, sino bajo una norma de que lo que se habla aquí, se queda aquí; no invitar a prensa, quizá a algunos colaboradores en medios, entonces se empezó a correr la voz de la reunión y el poder de convocatoria que había”, recordó Roberto Salinas León.
El presidente de Álamos Alliance y director de México Business Forum calificó a este evento anual como un ejercicio formidable porque si bien los asistentes pueden hablar lo que piensan, también se enfrentan a las críticas de otros, lo que da lugar a “feroces” debates.
Por 30 años la conferencia ha acogido a muchos académicos y políticos distinguidos, incluidos Armen Alchian, Milton y Rose Friedman, Bob Bartely, James Q. Wilson, John B. Taylor, Robert Mundell, George Schultz, Vernon L. Smith y Allan Melzter, entre otros.
“Es un ambiente de un altísimo nivel de discusión, pero también de camaradería y cordialidad porque cada uno llega y deja la charola sobre la mesa”, contó; “ya no eres el secretario de Hacienda o el del Banco Central o el ministro de esto, la gente se habla de tú y los encuentros son en inglés”.
Salinas León refirió la travesía que era para llegar a La Ciudad de los Portales en los inicios de la cumbre, por la escasez de vuelos y la falta de hoteles en el lugar, de tal forma que las personas acogían a los asistentes en sus propias viviendas.
Álamos Alliance se realiza la tercera semana de febrero, detalló, porque coincide con el feriado del Día de los Presidentes en Estados Unidos y ello permite a las personas asistir con un día extra.
A partir de 2006 y en la búsqueda de fondos y apoyos locales, expresó Salinas León, acudieron al Gobierno de Sonora a quien convencieron de prestarles ayuda logística y de organización.
“El gobernador acudía a inaugurar o clausurar el evento, o enviaba a su secretario de Economía o de Finanzas a dar unas palabras en su nombre y ahí comenzamos a involucrar a la comunidad sonorense”, apuntó.
Dicho encuentro, mencionó, lleva una organización de un año con planeación de invitados, temas y logística, entre otros, para lo cual existe un consejo que define la agenda final.
“Es una maquinita que pues, no camina solita: es un trabajo muy largo el que hay que hacer, pero tenemos un muy buen equipo que ya tiene su reconocimiento”, consideró.